Si de algo me he dado cuenta en los últimos días es que el tiempo pasa...no importa lo que hagas o dejes de hacer, el sigue pasando, sin importar mucho cuanto lo aproveches tú. Por eso, disfrútalo, vívelo.
Más de cuatro meses sin postear nada por aquí, no por falta de ganas, pero si por falta de tiempo y tal vez sienta que ya no me queda mucha inspiración, cuando debería ser al contrario.
Me he sentado y he mirado atrás, me he dado cuenta lo mucho que he cambiado, y lo mucho que han cambiado los demás, es como que, mientras caminábamos juntos nos llegó el momento de separarnos porque íbamos a lugares diferentes, así que cada quien tomó su equipaje y se marchó. Eso me ha pasado tantas veces, unas metafóricamente, otras literalmente, pero eso es lo de menos.
He visto los lugares donde han ido algunos que llegaron muy pronto a su destino final, otros se mantienen caminando, en este último grupo quedo yo, caminando hacia mi destino, no se cuando llegue o si algún día llegaré, solo disfruto del paisaje y de aquellos con los que me encuentro en mi viaje.
Sé que hay los que creen que no quise caminar con ellos, algunos tampoco quisieron caminar conmigo, también hay los que te ponen piedras a ver cuantas veces tropiezas, y hasta los que caminan solo para tropezar contigo, y que su piedra seas tú. También hay aquellos que te sostienen cuando vas cansado, y algunos tontos que deciden dejar a un lado su camino para seguir el de otro a pesar de que sabe que algún día se deberá marchar.
Lo que tengo claro es que agradezco a todos aquellos que han caminado conmigo, no importa si seguimos o no el mismo camino. Gracias por caminar, gracias por la piedra, por tropezar, por levantarme y por dejarte levantar. Lo importante nunca fue llegar, lo importante siempre fue caminar!
