viernes, 19 de diciembre de 2008

Botafumeiro

Un momento extraordinario de mi vida ocurrió al admirar en funcionamiento el Botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela, situada en la ciudad del mismo nombre, en Galicia, España, y que acoge, según la tradición, el sepulcro del Apóstol Santiago.

El Botafumeiro es el incensario más grande del mundo y sólo se pone a funcionar en misas solemnes y ocasiones especiales. Su exhibición cuesta alrededor de 300 Euros, generalmente pagos por peregrinos interesados en terminar su trayecto, por el camino de Santiago, con tan imponente y especial espectáculo.


Según se ha dicho, su origen está relacionado con asuntos de salubridad, ya que en la era medieval se permitía a los peregrinos dormir dentro de la catedral para protegerse de la intemperie y dado a que llegaban miles, y faltos de higiene, los monjes decidieron instalar un incensario que atenuara lo incómodo del olor causado por esta multitud de personas.

La grandiosidad del Templo, la música de fondo, el olor del incienso y presenciar como los tiraboleiros, (así llaman a los que lo hacen funcionar) con su túnica roja, tiran de las cuerdas para elevar y balancear el Botafumeiro de extremo a extremo de la Catedral, te transporta a otra dimensión, donde disfrutas el momento presente y te concentras en algo divino.

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