miércoles, 10 de agosto de 2011

Alfonsina y el mundo de los sueños.


Parada frente al mar y vestida con una túnica blanca, Alfonsina, veía como esa ola gigante en pocos segundos arrasaría con todo lo que encontrase a su paso…un segundo, dos segundos…el miedo la invade y el frío le recorre la espina dorsal, observa y se percata de que no hay ningún lugar al cual correr, ningún objeto al cual aferrarse.

Pero en el último instante, siente como sus pies se despegan del suelo bruscamente, una fuerza vertical la eleva hacia el cielo, y flota…si, flota, y se estremece.

-Despierta Alfonsina –le susurró su hermana, mientras la sacudía tiernamente. –has tenido una pesadilla.

Sudorosa y con el corazón desbocado le responde: - Algo importante va a ocurrir, algo que marcará mi vida, mis sueños jamás se han equivocado, las olas han sido el aviso.

Desde muy pequeña soñaba, tanto así que la mayoría de veces no sabía si dormía o si vivía. Amaba el realismo de sus sueños y muchas veces lloraba por no poder quedarse en ellos. También les temía, porque en ellos le avisaban cada evento importante que movía su vida, y no fallaban. 

Las olas eran parte de sus sueños temidos, informaban un importante suceso a punto de pasar. En el sueño podía cambiar el escenario, la gente, el vestido, pero tenían en común esa ola gigante que amenazaba con ahogarla.


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